Winston Yeh ya es
un habitual de nuestro blog y sus trabajos a cargo de Rough Crafts bien lo
merecen. Esta vez le ha tocado el turno a una Yamaha MT-07, una de las motos
con las que Yamaha ha intentado, y en mi opinión ha conseguido, volver a estar
en Top ventas gracias a poner en el mercado una moto lógica, económica y
adaptada a los nuevos tiempos.
Pero no nos
engañemos, la MT-07 es una buena moto pero complicada para de trasformar.
Quizás la culpa de esto la tenga el montar un motor de claras líneas modernas,
mucho menos estético que los clásicos, en un chasis tubular. Con esta
configuración no es fácil adoptar un estilo "moderno" y mucho menos
uno clásico a lo Cafe Racer. Pero esta idea mía cambió al ver el trabajo de
Rough Crafts.
Su estilo me
recuerda a una nave espacial. Algo sacado de un comic de Katsuhiro, el creador
de Akira, pero traído hasta nuestros días. Es como una Street Fighter del
futuro. Diseños aparte la Onyx Blade, así se llama esta creación, se ve como una
moto poderosa y tecnológicamente avanzada pero sobria y real como todas las
trasformaciones de Winston.
Está claro que la
horquilla es la nota predominante del conjunto. Se trata de la horquilla
original convenientemente "camuflada" bajo un armazón construido
a mano en aluminio. Puede parecer un mero artificio estético pero en Taipéi,
ciudad por la que tendrá de desenvolverse esta MT-07 llueve 1 de cada 2 días
del año y así servirán como protección para la horquilla. En esta se ha montado
un kit para rebajar su altura y se ha incluido un ajuste para la precarga,
sistema inexistente en el modelo original. Esta era una de las pocas pegas que
Winston podía ponerle a la Yamaha. Otro elemento pensado para la lluvia es el
empleo de neumáticos Pirelli Diablo Rain calzados sobre llantas de 17" de
Wukawa Industry.
El resto de la
carrocería también está construido en aluminio y fiel a su estilo las curvas y
rebajes hacen su aparición en cada parte de la moto. Otro detalle característico
de Rough Crafts es la pintura en negro mate resaltando algunos elementos en
brillo. Un detalle digno de admiración es la recolocación de la instrumentación
original integrando el cuadro digital en el depósito. La parte alta queda despejada y
ausente de distracciones, dejando toda la atención para el frontal. Tanto los
rebajes del depósito como los del colín perfilan su silueta y acentúan sus
aspiraciones deportivas.
Para el mejorar la
respuesta del motor se han montado filtro K&N y un escape Akrapovic que
encajan a la perfección con la ECU de serie.
El resto de los componentes
son de primera fila. Puños con intermitentes integrados Motogadget, bomba de
freno ISR, estriberas Zeus y manillar y foco Rough Craft.
Un gran trabajo de
Winston Yeh que sigue demostrando el lado más luminoso de sus personal
"lado oscuro".
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