Da igual que sea
una Ducati último modelo, una Vespa o una clásica porque los chicos de
Garage 57 se atreven con todo. Desde Bogotá, Colombia hoy nos presentan su
último trabajo de transformación sobre una Kawasaki KZ 400 de 1974.
Todo comenzó
cuando Sergio Manrique, un artista del tatuaje de Colombia, compro el proyecto
y por otro lado la invitación para formar parte del Hand Built Show de Texas
hizo que los plazos de entrega se redujeran mucho.
"Queríamos
mostrar diferentes contrastes del metal. Por este motivo el asiento es un punto
focal de la moto, al igual que el motor que tenía que ser el protagonista del
conjunto."
Por lo general si
quieres resaltar el motor necesitas que todo lo demás sea más pequeño así que
se opto por cambiar el depósito original por uno más pequeño. Se modifico en su
parte inferior un depósito de Honda XL 125 para que pudiera adaptarse al chasis
y se mecanizo en aluminio 7075 un tapón de gasolina para poder mantener la
línea superior baja. En el mismo material y para incluir un velocímetro
Motogadget se mecanizaron unas nuevas torretas para el manillar. En este se han
insertado los botones a modo de controles. Un nuevo foco colocado bajo y unas
manetas forjadas de Kustom Tech completan la parte frontal.
"Solo
utilizamos fresadoras y tornos convencionales por lo que algunas modificaciones
nos toman más tiempo que con una maquina CNC."
El chasis se ha
modificado para eliminar todos aquellos elementos superfluos y que se vea
limpio así que una vez se cepillo y lijado a conciencia se le dio una capa de
PowerCoat transparente para conservar el metal del oxido. El resultado
brillante sobre el color mate del acero le da un color muy genuino al conjunto.
El subchasis se modifico para alojar el nuevo asiento tapiado en cuero rojo y
se integro la luz de freno trasera formada por LEDs. Sobre el asiento se ha
incluido una "cola" fabricada en aluminio y este se ha prolongado
bajo el depósito para rellenar el hueco vació que quedaba.
El motor se ha
reconstruido por completo y se ha aprovechado para pulir las tapas del motor.
Nuevos escapes calculados y construidos por ellos mismos en acero inoxidables,
al igual que las trompetas de los carburadores fabricadas estas en aluminio.
Ahora el motor "respira" mejor lo que mejora su respuesta.
Para limpiar las
llantas originales se chorrearon con bicarbonato para después pintarlas con
recubrimiento en polvo negro. Los neumáticos Avon Mark2 guardan el estilo
clásico. Para firmar el trabajo los chicos de Garage 57 pidieron a Sergio que
les dejara poner le ellos el nombre. Angélica fue el nombre escogido y así
queda registrado en una placa sobre el basculante.
Sencilla, limpia
y trabajada. Así se ve esta Kawasaki KZ 400 Custom que Garage 57 han llevado a
cavo para demostrar que se atreven con todo.
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