A Rodrigo desde
muy pequeño comenzó a gustarle el mundo de las dos ruedas y lo vintage, gracias
a la moto de su hermano 5 años mayor y a la tienda de antigüedades de su abuela
respectivamente. Por otro lado, su padre era piloto de rally y conocedor de la
mecánica en general. Esta bonita mezcla no podía haber dado otro resultado.
La moto que hoy
nos ocupa, una Yamaha XS 750 trasformada a Cafe Racer con la esencia de Soul
Motor Co. fue rescatada de un garaje en el que estaba abandonada y cubierta de polvo.
Tras negociar un buen precio con el hijo del antiguo propietario, Rodrigo llego
a un acuerdo para poder llevarse una bonita Yamaha 3 cilindros con muchísimo
potencial de transformación. Con la moto ya en su taller y con la ayuda de un
amigo comenzaron el protocolo de arrancar la moto. Cambio de aceite, limpieza
de bujías, limpieza de filtros de aire, y la moto arranco sin problemas.
Poco después,
hablando con IAN Halcott de Twinline Motorcycles un reconocido
constructor y fabricante de piezas a mano, y comenzaron a esbozar las líneas de
la carrocería. El diseño del colín fue tomando forma y poco a poco el proyecto salió
adelante. El motor fue reconstruido. Las juntas de culata y de motor cambiadas,
los carburadores ajustados, filtros de aire nuevos y línea de escape completo Marshall adaptado al modelo. El motor se pinto en negro resistente a alta
temperatura. El chasis también tuvo su trabajo. Fue recortado en su parte
trasera y pintado con pintura en polvo, al igual que las llantas. Estas últimas
calzadas con neumáticos para poder rodar cómodamente por ciudad y a ritmo
rápido. La suspensión se restauro con muelles progresivos, nuevo aceite hidráulico
y retenes.
Los semimanillares
se vistieron con puños trenzados en cuero, al igual que el tapizado del asiento.
Los mandos de luces son de nueva factura, más pequeños y ligeros que los
originales y el velocímetro es de pequeño tamaño. El sistema eléctrico se ha
escondido bajo el colín.
En la pintura de
la carrocería predomina el dorado sobre plata, y en combinación con el negro
del chasis y el marrón del asiento y los puños le dan un carácter muy vivo y
original sin perder su esencia de clásica.
La moto fue adquirida por Gigio, un buen amigo de Rodrigo y acumulador de experiencias más que de motos. Ahora Gigio ha dejado de lado sus tecnológicas moto 2014 para cambiar a experiencias más puras y dóciles. Esta moto es el claro retorno al sentimiento puro de domar a la bestia. Esto es Soul.
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