La Vespa sigue
siendo un icono en el mundo de las motocicletas y aunque es muy habitual
toparse con modelos restaurados, sean del año que sean, no lo es tanto
encontrar trasformaciones, y mucho menos sobre bases modernas. Pues bien, los
chicos de Butcher Garage se han atrevido con una Vespa LX y han abierto ya de
paso una puerta que ya no podrá cerrarse. Otra vida es posible para estas
"new classic".
"Hasta ahora hemos tenido mucha
suerte con nuestros clientes. Nos dan carta blanca para poder hacer lo que
queramos con sus motos"
En este caso ha sido un amigo del Club
Vespa Moscow quien encargo el trabajo. El cliente solo pidió que el resultado
final se basase en el estilo de la Honda Zoomer y esto no es sencillo teniendo
en cuenta la discordancia de líneas de cada modelo. Pero viendo el buen trabajo
de Butcher Garage casi parece fácil.
El neumático trasero te ha llamado la
atención, y no es para menos. Este es un 130/70 llevado al extremo y es que
esta montado sobre una llanta de 7", construida mediante la unión de 3
llantas originales de Vespa. Ahora la parte trasera es tan monstruosa como
querían. Pero para hacer esto posible se ha tenido que crear un nuevo subchasis que
soporte el motor, el cual ha tenido que ser retrasado y bajado en altura para
que el sistema funcione correctamente. En consecuencia la distancia entre ejes ha
crecido en 240 mm.
Como el mono amortiguador original se fue
desechado se optó por uno de Ducati Monster 400 y tanto el filtro de aire como
el escape han tenido que ser construidos a medida. El depósito de gasolina
también se ha modificado.
"Ahora no cabe un casco bajo el
asiento, pero al menos podrás guardar los papeles de las moto, las herramientas
y un chubasquero..."
Para eliminar el foco original se ha
incluido un pequeño faro en el guardabarros delantero, el cual ha sido
recortado. Todo el trabajo se ha realizado en fibra de vidrio. Las ruedas, el
manillar, el chasis y casi 20 elementos más se han pintado con pintura en polvo
y el resto de piezas en color negro opaco. El resultado de pintura le imprime
ese carácter "duro" que el cliente buscaba.
El manillar de estilo Clubman y el asiento
tipo Cafe Racer podría llevarnos a pensar que estamos ante un intento de
"cafetear" una Vespa, pero no van por ahí los tiros. A mí
personalmente me recuerda a un Drag, lista para dejar marcado su enorme neumático
en el asfalto. Por desgracia aun no se le ha incluido un sistema Turbo,
pero todo llegara...
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