Max Hazan de
Hazan Motor Works es uno de esos constructores que lleva sus creaciones a otro
nivel sin importar lo que tenga que hacer para lograr su objetivo. Hemos
estado hablando con Max y esto es lo que nos contó:
La Supercharged
Ironhead que Max Hazan ha construido puede parecer más una obra de arte, una
escultura o un simple trabajo estético para exponer, pero lo cierto es que
puede conducirse sin problemas.
"Esta es
una moto que he construido para mí, para disfrutar. Es una moto 100% manejable,
fiable y funcional, pero no practica. No es muy cómoda, pero es la moto más
excitante que he construido hasta el momento. Y sí, antes de que me preguntes,
el asiento no es cómodo"
La idea original
surgió para un motor BSA 500 que Max tenía guardado. Tras conseguir unos
neumáticos clásicos de 32" y 30" soldó BSA a la mesa de
trabajo y coloco los neumáticos en posición, pero entonces el motor parecía
demasiado pequeño. Max ya se había enamorado de esos neumáticos así que comenzó
a buscar un motor mayor.
"Encontré
un motor Harley Davidson 1965 XLH Ironhead a muy buen precio. Yo era
un poco reacio con este motor porque ya había hecho una moto con él, pero esta
vez quería cortar la trasmisión y añadirle un compresor. Este cumple una
doble función. Por un lado da más potencia a un motor algo manso y además rellena
el hueco que deja el gran neumático trasero."
Con el nuevo motor
Ironhead en el lugar del BSA y las ruedas en su sitio Max comenzó a trabajar
como él suele hacerlo, diseñado las líneas de la moto a tamaño real. Para ello
suele colocar una lámina de contrachapado tras el banco y, de ese modo,
dibujando las formas directamente se puede ver el efecto que las líneas de la
carrocería tendrán junto con el motor y las ruedas. Bien sea de acero o de
aluminio, cada pieza de la moto se ha construido desde cero, exceptuando el
motor. El tambor de freno, por ejemplo, comenzó siendo un bloque de aluminio
7000 de 180 kg que posteriormente se mecanizo con CNC. El embrague, eje trasero y la corona son de aleación de aluminio
6061. Carenado, colín y depósito de combustible están construidos en aluminio.
Este último alberga además el depósito de aceite entre los tubos del chasis.
"La moto
comenzó como planchas, tubos y lingotes de metal o aluminio. El objetivo era
hacer una moto exactamente como yo quería y eso significaba tener que hacer
todo yo mismo."
El compresor
aporta algo más de potencia, 22 N de empuje extra soplando a 6 psi que aunque pueda parecer poco
comparado con los motores actuales lleva el motor a los 85 CV, muy por encima
de los 50 CV que solían rendir los Ironhead. Si tenemos en cuenta que el peso
de la moto en orden de marcha es de 180 kg, el rendimiento es más que
aceptable. El motor utiliza válvulas de serie que Max tuvo que reorganizar para
poder utilizar dos culatas de cilindro delantero. Los pistones se adaptan a una
relación de compresión muy conservadora de 8,5:1 para acompañar el nuevo
empuje. Los carburadores son unos antiguos S&S serie L con grandes chicles.
La parte delantera
es otra primicia. La horquilla tipo viga con 4 anclajes puede parecer frágil,
pero está fabricada con tubos de acero de 1/4". El amortiguador es de aire y
completamente regulable. La suspensión trasera se confía a un amortiguador
procedente de una Buell y el basculante es regulable, de tal modo que se
elimina la necesidad de tensores para el eje trasero. La cadena puede ajustar su tensión variando la longitud del basculante por su punto de pivote.
"Es
imposible hoy en día construir una moto sin recibir un aluvión de críticas,
pero estoy muy orgulloso del trabajo final"
Y no es para
menos. Max Hazan ha vuelto a conseguirlo y ha creado casi desde cero una moto
que puede conducirse o exponerse en un museo. Seguiremos atentos al trabajo
de Max.
Fotografías por Shaik Rizdwan de The Mighty Motor
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