Esta Harley Davidson Panhead de 1948 construida por James, propietario de Jamesville, en Dinamarca, mantiene la esencia de una custom de la época.
El proyecto le llego a James desde Alemania, desde donde Andreí, el actual propietario y artífice de esta Harley Davidson, encargo a James una motocicleta unica tras a ver visto su trabajo sobre una Evo Sportster. Andreí dejó libertad a James para realizar la moto, apenas unos e-mail y unas llamadas telefónicas para sentar las bases. Esto es de agradecer por parte de un cosntructor, pues puede trabajar con sus propias ideas y dar forma al conjunto de una forma más intuitiva, pero por otro lado es un riesgo pues tienes en tus manos el sueño del futuro propietario.
Con una moto prácticamente desecha por el paso de los años y los diferentes usos que se la debió dar, James tubo que trabajar duro para poder sacar adelante el proyecto. El circlip del pistón trasero no estaba, lo que había provocado marcas en las paredes del cilindro y el casquillo de biela esta destrozado. Para resumir, el motor necesitaba una restauración completa y minuciosa.
El chasis contaba con un total de 36 nuevos agujeros que tuvieron que ser reparados, pero el basculante se tubo que sustituir por uno nuevo para mantener la seguridad, pues su estado era de "irreconstruible". La suspensión tipo Springer también fue reconstruida y ajustada, al igual que los frenos. Todos los casquillos, rodamiento y reten, desde las ruedas al motor, se cambiaron para que todo estuviera en perfecto orden de funcionamiento.
Una vez la base de la moto estaba lista, tocaba el momento de divertirse. El manillar original es exageradamente ancho, tanto que la moto no entraba por la puerta del taller. James construyo un nuevo manillar más corto pero que mantuviera la esencia del original, con mangos terminados en cuero a juego con el asiento de muelles terminado también en cuero, este proveniente de una vieja maleta. El tanque de gasolina se estrechó y se le añadió los mandos de arranque y las luces de aviso. El guarda barros trasero a sido donado de la cubierta de una rueda de repuesto de un Ford de los años 30 y un pequeño sissy bar que sujeta la pequeña luz trasera. Para los escapes optó por unas silenciosos tipo trompeta que dan un sonido único al veterano Panhead. Los mandos de freno y cambio fueron tratados con un proceso de sulfatación química muy usado en armas de fuego, por ejemplo, que protege el metal.
Para la pintura, Andreí escogió un color azul petróleo que no se aprecia perfectamente en las fotografías.
La primera vez que Andreí visito el taller de James fue para recoger su moto, y no pudo sino felicitarle por su buen trabajo y pedirle la llave para empezar a recorrer kilómetros con ella.
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