sábado, 21 de enero de 2012

BMW K1



Cuando BMW mostró su K1 en 1989, dejó a todo el mundo atónito. Una moto deportiva con aires ruteros, sobre carenada y con una potencia y manejabilidad sorprendentes para su aspecto.
Tras limitar su motor de 4 cilindros en línea y 1000 cc a 100 CV de potencia, según la legislación  alemana, BMW quería que la moto pudiera mantener una buena velocidad de crucero. Esto no es fácil si la potencia está limitada y el peso total es de 259 kg. Para ello se desarrollo un carenado envolvente, desde el guardabarros a las maletas integradas en el colín. No brillaba por su aceleración, pero sí por su buen hacer como rutera. Era cómoda, manejable y estable a alta velocidad. Además su estética no dejaba indiferente.
Sin duda una de las viajeras más características de la marca alemana.




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