La Bimota HB2 parecía una moto de otro planeta. En el año ´82 montaba chasis de aluminio, suspensión trasera progresiva, asiento y deposito en una misma pieza y carenado envolvente. Nada parecido a sus rivales japonesas, desnudas y con peores chasis.
Su motor era un Honda CB900F sin modificar salvo los escapes firmados por Bimota que rebajaban el peso del original. El chasis estaba formado por una combinación multitubular y placas de aluminio en la zona del pivote del basculante, reforzando el conjunto y rebajando el peso, llegando a quedarse en 32 kg menos que la CB900F original. Gracias a su buen chasis que aportaba una gran estabilidad y una buena manejabilidad y a su carenado que le permitia mantener velocidades de crucero muy elevadas y una velocidad máxima de 221km/h. Esta moto y su filosofía de construcción marco el camino a seguir para muchos constructores.
Se fabricaron menos de 200 unidades.
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