Cuando Wesley de Abandoned Pier decidió comprar esta Yamaha SR 250 la moto de los tres diapasones estaba destrozada. Un gran agujero en el deposito, el motor no arrancaba, uno de los amortiguadores traseros desmontado y un chasis oxidado y con necesidad de soldaduras no dejaba mucho hueco a la imaginación. Wesley supo evadirse de todos estos problemas y ver el potencial que esta moto tiene.
Wesley comenzó el proyecto desmontando todas las piezas de la moto para darles una nueva vida. El oxido fue eliminado y las partes del chasis que necesitaban soldadura se repararon. Este también se recorto en su parte trasera para alojar el que iba a ser el nuevo asiento firmado por NitroHeads. Una vez el chasis estuvo reconstruido se pinto en negro satinado.
El motor también tuvo que ser reconstruido, colocando nuevas juntas, cadena de distribución, ajuste de válvulas y todos los ajustes necesarios para que volviera a funcionar correctamente. Se pintaron el cilindro y la culata en negro y las tapas del carter se pulieron a mano. El carburador se limpio y recibió un filtro de aire más abierto.
Para mejorar la conducción los amortiguadores traseros se sustituyeron por unos progresivos y la horquilla delantera fue reconstruida. El manillar, más ancho y de una sola altura permite un buen angulo de giro y una cómoda postura de conducción.
La electricidad también tubo que adaptarse. La batería es de litio y esta oculta bajo el asiento junto con el resto de elementos eléctricos, mientras que las bobinas de encendido se han ocultado bajo el deposito.
Con esta sencilla pero vistosa preparación Abandoned Pier a devuelto a la vida a una Yamaha SR 250, una de las motos utilitarias más vendidas de la marca.
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